A Cartagena mostra di Pedro Cano
acquerelli ispirati dai mari di
Cartagena, Alessandria,Maiorca, Istambul,
Napoli, Patmos, Split, Sicilia e Venezia.
Napoli, Patmos, Split, Sicilia e Venezia.
L'INTERVISTA A PEDRO CANO
Los azules del mar
Esta edificación modernista, Palacio de Riquelme, es el lugar donde ahora se ubican las dependencias del Museo y el acceso al Teatro Romano, reflejo supremo de la arquitectura pública y monumental de la época del emperador César Augusto, benefactor de la antigua Cartagho Nova; espacios museísticos rehabilitados en 2008 por el arquitecto Rafael Moneo. Hoy el pintor de Blanca presenta aquí sus últimas obras de arte
Encuentro a Pedro Cano con las 56 acuarelas (de 75 X 75 cm) enmarcadas y por los suelos..., junto a él están la directora del Museo, Elena Ruiz, y la gerente de la Fundación Pedro Cano, Raquel Vázquez, que lleva en cochecito a su hijo recién nacido, Ignacio. Y les veo dando instrucciones al equipo técnico para la perfecta colocación de los cuadros. Mientras les saludo, Pedro Cano, con entusiasmo, me enseña y explica el magnífico libro, con estuche y de volumen considerable, editado para recoger la historia de esta exposición, IX mediterráneos (Cartagena, Alejandría, Mallorca, Estambul, Nápoles, Patmos, Split, Sicilia y Venecia).
En sus páginas figuran los apuntes y bocetos de los cuadernos de viaje que utiliza habitualmente el pintor, las excelentes reproducciones de las 56 acuarelas (seis por cada ciudad o isla representadas) y los nueve textos que el propio artista ha escrito sobre estos lugares en los que «el mar es un telón invisible». José Luis Montero ha fotografiado las obras y ha diseñado esta publicación, impresa en los talleres de Libecrom, y que bien merece un premio de bibliofilia.
¿Desde cuándo está pintando las acuarelas que forman IX mediterráneos?
La gestación se inició hace más de diez años, pero en estos últimos cuatro he realizado la mayoría de las obras. Fue una idea antigua que se iba aparcando para poder ocuparme de otros proyectos más inmediatos.
De los nueve lugares, ¿cuál fue el más complejo de representar?
Desde el punto de vista técnico, el espacio más difícil ha sido Sicilia, con sus tres esculturas, el Giovane de Mozia, la Venus de Siracusa y el Sátiro de Mazara del Vallo, presentadas en recto y verso; y la ciudad más complicada ha resultado ser Nápoles, porque he querido transmitir, en sus seis acuarelas, las imágenes de los 90 números de la 'smorfia', cartones con dígitos semejantes a nuestros 'cupones de los ciegos'.
¿Por qué la selección de esos nueve lugares?
Representan un recorrido de tipo afectivo. Cartagena, Patmos o Sicilia son lugares que he transitado tantas veces que debían aparecer; en cambio, otras ciudades como Estambul o Venecia, yo quería que estuviesen, aunque necesité plantearme el cómo las interpretaba sin caer en tópicos visuales.
En las imágenes de esta exposición se podría decir que se condensa la temática de toda su obra anterior.
Debo reconocer que sí. El resultado es como una especie de iconostasio donde se reflejan todas las temáticas que han estado ligadas a mi trabajo desde que comencé a pintar hace 55 años.
¿Cómo definiría usted al Mediterráneo?
Ese mar inmenso es el contenedor de la cultura más importante del universo. Pensemos, por un instante, en las milenarias civilizaciones de Egipto, Grecia, Roma... o en el mismo Renacimiento, y podremos observar que en un espacio geográfico tan concentrado han surgido hechos históricos tan determinantes.
Pablo Neruda escribió: «Necesito del mar porque me enseña». ¿Qué cátedras ha aprendido usted del mar?
Más que del mar, he aprendido de los lugares donde el mar me ha llevado. Yo no concibo el viaje sin el mar. A los más jóvenes les recomendaría el viaje como su mayor universidad, porque te hace ver que la vida no existe sólo en el lugar donde tú has nacido.
En numerología, el número nueve es el signo del genio artístico, del talento creativo y es el símbolo de la perfección divina. ¿De los nueve lugares retratados, cuál le ha aportado más arte?
Cuando decidí que iban a ser nueve los lugares elegidos de este viaje de papel, no tenía conocimiento de esta simbología. Creo que Grecia, no sólo en arte y pensamiento, es uno de los momentos más importantes que ha dado la humanidad.
Heródoto, padre de la historiografía, creó «el arte de escribir la historia». ¿Podría resultar esta exposición una nueva «historiografía pintada»?
Cuando pintas, no sabes la cantidad de significados que la obra va a adquirir en los ojos de las personas que la van a admirar. Sí es cierto que en el urdimbre de este trabajo descubres muchas historias entrelazadas.
En la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia encontramos nueve acuarios dedicados a la presentación de los ecosistemas marinos mediterráneos. ¿Estamos destruyendo el mar con nuestros avances e inventos?
Creo que si continuamos así vamos a destrozar el legado que dejaremos a las nuevas generaciones, pero serían los jóvenes los que también tendrían que revelarse ante este uso desaforado de los nuevos sistemas que están acabando con una naturaleza que hasta hace sólo cien años estaba prácticamente virgen.
Vázquez Montalbán habla en su libro La cocina de los mediterráneos de la presencia del pescado en este singular marco geoproductivo. ¿Cuál es la gastronomía que a usted más le seduce?
Existe una interrelación bastante fuerte entre las cocinas del Mare Nostrum, ya que el pescado es el ingrediente principal. Si me pide elegir, le recomendaría un rico plato de pasta con sardinas, piñones y semillas de hinojo, muy popular en Sicilia.
Junto a sus acuarelas encontramos textos escritos por usted sobre los nueve lugares. ¿Qué le fue más laborioso, pintarlos o escribirlos?
No me ha sido muy difícil escribir sobre esos lugares del Mediterráneo, dado que los conozco bien y en algunos de ellos he pasado largos periodos de mi vida.
¿Qué le supone exponer en la vieja Cartagonova, en la ciudad romana?
Cuando la directora del Museo del Teatro Romano, Elena Ruiz, me propuso preparar un trabajo, le comenté que estaba ultimando un proyecto sobre lugares del Mediterráneo que han influido en mi vida. Fue una alegría inmensa cuando comenzamos a hacer realidad la antigua idea de iniciar la presentación de los IX mediterráneos en Cartagena. A partir del 27 de septiembre se expondrá en el Museo de los Foros Imperiales, en los Mercados de Trajano, en Roma; y el 20 de enero de 2013 se inaugura en las salas de la Fundación Benetton, en Treviso (Italia).
Esta edificación modernista, Palacio de Riquelme, es el lugar donde ahora se ubican las dependencias del Museo y el acceso al Teatro Romano, reflejo supremo de la arquitectura pública y monumental de la época del emperador César Augusto, benefactor de la antigua Cartagho Nova; espacios museísticos rehabilitados en 2008 por el arquitecto Rafael Moneo. Hoy el pintor de Blanca presenta aquí sus últimas obras de arte
Encuentro a Pedro Cano con las 56 acuarelas (de 75 X 75 cm) enmarcadas y por los suelos..., junto a él están la directora del Museo, Elena Ruiz, y la gerente de la Fundación Pedro Cano, Raquel Vázquez, que lleva en cochecito a su hijo recién nacido, Ignacio. Y les veo dando instrucciones al equipo técnico para la perfecta colocación de los cuadros. Mientras les saludo, Pedro Cano, con entusiasmo, me enseña y explica el magnífico libro, con estuche y de volumen considerable, editado para recoger la historia de esta exposición, IX mediterráneos (Cartagena, Alejandría, Mallorca, Estambul, Nápoles, Patmos, Split, Sicilia y Venecia).
En sus páginas figuran los apuntes y bocetos de los cuadernos de viaje que utiliza habitualmente el pintor, las excelentes reproducciones de las 56 acuarelas (seis por cada ciudad o isla representadas) y los nueve textos que el propio artista ha escrito sobre estos lugares en los que «el mar es un telón invisible». José Luis Montero ha fotografiado las obras y ha diseñado esta publicación, impresa en los talleres de Libecrom, y que bien merece un premio de bibliofilia.
¿Desde cuándo está pintando las acuarelas que forman IX mediterráneos?
La gestación se inició hace más de diez años, pero en estos últimos cuatro he realizado la mayoría de las obras. Fue una idea antigua que se iba aparcando para poder ocuparme de otros proyectos más inmediatos.
De los nueve lugares, ¿cuál fue el más complejo de representar?
Desde el punto de vista técnico, el espacio más difícil ha sido Sicilia, con sus tres esculturas, el Giovane de Mozia, la Venus de Siracusa y el Sátiro de Mazara del Vallo, presentadas en recto y verso; y la ciudad más complicada ha resultado ser Nápoles, porque he querido transmitir, en sus seis acuarelas, las imágenes de los 90 números de la 'smorfia', cartones con dígitos semejantes a nuestros 'cupones de los ciegos'.
¿Por qué la selección de esos nueve lugares?
Representan un recorrido de tipo afectivo. Cartagena, Patmos o Sicilia son lugares que he transitado tantas veces que debían aparecer; en cambio, otras ciudades como Estambul o Venecia, yo quería que estuviesen, aunque necesité plantearme el cómo las interpretaba sin caer en tópicos visuales.
En las imágenes de esta exposición se podría decir que se condensa la temática de toda su obra anterior.
Debo reconocer que sí. El resultado es como una especie de iconostasio donde se reflejan todas las temáticas que han estado ligadas a mi trabajo desde que comencé a pintar hace 55 años.
¿Cómo definiría usted al Mediterráneo?
Ese mar inmenso es el contenedor de la cultura más importante del universo. Pensemos, por un instante, en las milenarias civilizaciones de Egipto, Grecia, Roma... o en el mismo Renacimiento, y podremos observar que en un espacio geográfico tan concentrado han surgido hechos históricos tan determinantes.
Pablo Neruda escribió: «Necesito del mar porque me enseña». ¿Qué cátedras ha aprendido usted del mar?
Más que del mar, he aprendido de los lugares donde el mar me ha llevado. Yo no concibo el viaje sin el mar. A los más jóvenes les recomendaría el viaje como su mayor universidad, porque te hace ver que la vida no existe sólo en el lugar donde tú has nacido.
En numerología, el número nueve es el signo del genio artístico, del talento creativo y es el símbolo de la perfección divina. ¿De los nueve lugares retratados, cuál le ha aportado más arte?
Cuando decidí que iban a ser nueve los lugares elegidos de este viaje de papel, no tenía conocimiento de esta simbología. Creo que Grecia, no sólo en arte y pensamiento, es uno de los momentos más importantes que ha dado la humanidad.
Heródoto, padre de la historiografía, creó «el arte de escribir la historia». ¿Podría resultar esta exposición una nueva «historiografía pintada»?
Cuando pintas, no sabes la cantidad de significados que la obra va a adquirir en los ojos de las personas que la van a admirar. Sí es cierto que en el urdimbre de este trabajo descubres muchas historias entrelazadas.
En la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia encontramos nueve acuarios dedicados a la presentación de los ecosistemas marinos mediterráneos. ¿Estamos destruyendo el mar con nuestros avances e inventos?
Creo que si continuamos así vamos a destrozar el legado que dejaremos a las nuevas generaciones, pero serían los jóvenes los que también tendrían que revelarse ante este uso desaforado de los nuevos sistemas que están acabando con una naturaleza que hasta hace sólo cien años estaba prácticamente virgen.
Vázquez Montalbán habla en su libro La cocina de los mediterráneos de la presencia del pescado en este singular marco geoproductivo. ¿Cuál es la gastronomía que a usted más le seduce?
Existe una interrelación bastante fuerte entre las cocinas del Mare Nostrum, ya que el pescado es el ingrediente principal. Si me pide elegir, le recomendaría un rico plato de pasta con sardinas, piñones y semillas de hinojo, muy popular en Sicilia.
Junto a sus acuarelas encontramos textos escritos por usted sobre los nueve lugares. ¿Qué le fue más laborioso, pintarlos o escribirlos?
No me ha sido muy difícil escribir sobre esos lugares del Mediterráneo, dado que los conozco bien y en algunos de ellos he pasado largos periodos de mi vida.
¿Qué le supone exponer en la vieja Cartagonova, en la ciudad romana?
Cuando la directora del Museo del Teatro Romano, Elena Ruiz, me propuso preparar un trabajo, le comenté que estaba ultimando un proyecto sobre lugares del Mediterráneo que han influido en mi vida. Fue una alegría inmensa cuando comenzamos a hacer realidad la antigua idea de iniciar la presentación de los IX mediterráneos en Cartagena. A partir del 27 de septiembre se expondrá en el Museo de los Foros Imperiales, en los Mercados de Trajano, en Roma; y el 20 de enero de 2013 se inaugura en las salas de la Fundación Benetton, en Treviso (Italia).